Observar implica ir más allá del uso de la vista; como cuando alguien refiere:
Cierro mis ojos para sentir con más profundidad el ambiente. A mi alrededor, oigo a mis compañeros hablando sobre los cinco sentidos y también el motor de algún coche que arranca. El sonido del viento en los árboles lo envuelve todo. En el aire flota el olor de la vegetación. Y no es para menos. Al volver a abrir mis ojos, miro alrededor. Árboles, prados, el monte […] (Pérez, s/f).
Esta descripción evidencia que no sólo participan los sentidos, sino la conciencia que permite significar lo que se observa y esto se hace siempre situados en un contexto, lo que incluye expectativas y referencias previas. Es importante comprender que la observación es algo propio del ser humano y, a la vez, algo que se puede ejercitar, de tal manera que es posible descentrarse y ampliar la perspectiva para incluir la de otros y otras.
Observa la siguiente imagen, orienta tu mirada con estas preguntas: ¿qué significa la vida naciendo en un intersticio?, ¿a qué atribuyes el significado que le das? Con esta analogía de la imagen, reflexiona: ¿pudiste crear una visión de futuro aún en el confinamiento?, ¿qué es aquello invisible que te ha hecho fuerte en esta circunstancia?
En su oportunidad, ¿cómo replicarías este ejercicio reflexivo con tus estudiantes?, ¿para qué les serviría?
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