Al iniciar la contingencia sanitaria, las escuelas, sus directivos, docentes, estudiantes y familias experimentaron un desconcierto derivado de la carencia de un mecanismo para trabajar en situaciones no convencionales; en ese momento se pensó que la situación duraría algunos meses. Al extenderse la contingencia, se incrementaron las medidas para garantizar la continuidad educativa, aun cuando la inclusión de todos los estudiantes y los aprendizajes alcanzados, es una agenda pendiente.
Desde el reconocimiento del compromiso y esfuerzo de los docentes que relatan sus experiencias, proponemos algunas preguntas, para que dialogue con sus colegas, recuperen sus propios aprendizajes y planteen posibilidades para enriquecer sus prácticas.
¿Qué pasó en las experiencias relatadas por los docentes?
¿Qué se dijo sobre las tareas y las evidencias?
¿Qué proponen para lograr la continuidad educativa acompañada de inclusión y aprendizajes significativos?
¿Qué sugieren para mantener el entusiasmo por aprender de los estudiantes?
¿Qué formación docente sería la que requieren?
Un aprendizaje claro está dejando la contingencia sanitaria: los desafíos son de tal magnitud, que los docentes de manera individual o las escuelas por sí solas no pueden resolver todo, dado que la desigualdad social se ha agudizado. Las redes de apoyo con otros centros escolares, con diversos organismos públicos y con organizaciones de la comunidad, son una estrategia de gran potencia para ahora y el futuro próximo.
Para conocer otros relatos docentes pueden visitar la sección para saber más de este blog.
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