En educación, la pandemia adelantó por varios años el uso de las TIC, aunque muchas familias no accedieron a ellas.
También las TIC han cambiado las interacciones entre los estudiantes y entre los docentes e introducido en forma súbita maneras de leer (en vertical) y escribir (por teclado), que modifican la enseñanza y el aprendizaje de la lengua materna.
El lenguaje verbal, que se aprende en la interacción, ahora está mediado en mayor grado por la pantalla y la familia.
Ante una comunicación no verbal que se diluye en la pantalla, necesitamos desarrollar la escucha activa del discurso oral. Aún más, observar la comunicación no verbal en la pantalla y aprender otro tipo de comunicación, para ver lo singular en los espacios virtuales.
Para los docentes, la enseñanza virtual ha sido una oportunidad de entrar a las familias a través de las cámaras, conociendo más de la intimidad; no sólo los docentes conocemos más, sino que todos nos conocemos más. Las familias, al enterarse de lo complejo que es el trabajo docente, lo han revalorado.
La novedad de la lectura en hojas digitales consiste en que se hace en dirección vertical y no de izquierda a derecha y en la horizontal, como en los textos impresos. También la escritura en el teclado supone cambios significativos que llevan a repensar aspectos de la didáctica, asociadas con lo manuscrito, la grafía, la caligrafía, así como a valorar nuevas formas de escritura, lectura y oralidad.
Para repensar la enseñanza:
¿Cómo se sienten al leer en pantalla?
¿Qué diferencias observan al escribir en un teclado electrónico y no en forma manuscrita?
¿Qué posibilidades y limitaciones identifican en la enseñanza de la lectura y la escritura en pantalla?
Enrique Lepe:
https://www.youtube.com/watch?v=i2tUxMkNtUw&t=1450s
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