Proponemos una formación para que los docentes:
Acompañen a los estudiantes, para que tengan más autonomía, acepten los cambios, piensen por sí mismos, aprendan a ver las cosas desde diferentes puntos de vista, lo opuesto a decir: esto es así.
Incluyan a todos sus estudiantes, sin discriminación de ningún tipo.
Valoren y promuevan la diversidad estudiantil en todas sus formas:
cultural, con particular respeto a las comunidades indígenas,
territorial (urbano, rural),
sexual,
otras.
Empleen las tecnologías con criterio pedagógico.
Promuevan el aprendizaje “entre estudiantes” y la posibilidad de coordinar tareas y ejercer un liderazgo compartido.
Impulsen la creatividad y la inventiva de los estudiantes en la escuela y la vida cotidiana.
Posibiliten la expresión de los estudiantes, mediante la escritura, la lectura y el arte, buscando que creen desde las imágenes.
Propicien que los estudiantes eduquen a otros, hermanos, abuelos, padres, amigos, miembros de la comunidad, etc., ya sea desde la escuela, en espacios institucionales de servicio social o de manera informal.
Hagan acompañamiento emocional a estudiantes, colegas y a sí mismos, en el entendido que las emociones son procesos tanto individuales como socioculturales.
Invitamos a formarse para que el miedo, la incertidumbre y la discriminación se conviertan en confianza, amor y empatía.
Revisa voces juveniles en Para saber más.