La pedagogía dominante, que propicia un aprendizaje memorístico, pasivo, superficial y descontextualizado, no está preparada para enfrentar la complejidad del mundo; por el contrario, necesitamos una cultura pedagógica que desarrolle tanto capacidades cognitivas como socioemocionales.
Repensar la enseñanza implica reflexionar sobre el oficio docente para atender los desafíos educativos actuales, tales como:
aprender a vivir en la incertidumbre y manejar el cambio permanente, en colaboración y sin ansiedad;
cultivar la sabiduría; transitar de la información al pensamiento crítico, práctico y creativo, priorizando la relevancia y calidad del saber;
fomentar el cuidado de los demás, la cooperación, la convivencia democrática, el respeto y la diversidad;
promover el cuidado de la naturaleza, la conciencia ecológica, un modelo económico equitativo y sostenible, y una economía para la vida;
comprender, aprovechar y disfrutar educativamente los escenarios virtuales y denunciar la manipulación de la información.
La educación es el proceso de reconstrucción consciente de lo real, apelando al mejor conocimiento teórico, para reorganizar el práctico, que adquirimos por la experiencia y a lo largo de la vida. Este saber requiere de la teoría para contar con más referencias y crear, individual y colectivamente, un conocimiento reflexivo, emocional, y ético.
Asistimos a un movimiento en espiral que implica teorizar la práctica, observarla y analizarla para reconstruirla.
El pensamiento práctico es sabiduría, entendida como la capacidad de emplear el mejor conocimiento para gobernar nuestra vida, como individuos o colectivos.
Escuchen al especialista en: https://youtu.be/yKapJOWrtLg?t=1434
Visiten Para saber más.