Para el filósofo alemán Boris Groys (2017) enseñar arte significa enseñar la vida, por esa razón interesa aprovechar los lenguajes del cine, el teatro, la música, la poesía y las artes plásticas para instaurar la vida como centro de nuestra acción educativa.
A continuación, se presentan algunas experiencias que articulan el cine, y las artes con procesos educativos.
El proyecto brasileño CINEAD desde 2012 promueve unir cine y educación para generar un encuentro con estudiantes y profesores de educación básica, dentro y fuera de la escuela. Propone otras visibilidades y cuestiona las imágenes que solemos ver y los modos en que las producimos. Entre sus acciones están el club de cine sabatino, proyecciones de cine mudo a la hora del recreo, y análisis críticos y creativos de películas sobre las emociones del autor.
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Así como el cine el lenguaje plástico hace visible aquello que sucede de modo invisible. Para el colectivo español “Pedagogías invisibles” el arte ayuda a ver y actuar en el mundo de una forma más consciente. Este grupo realiza los denominados “Campamentos desobedientes”, que emplean el arte y la creatividad para reflexionar sobre la justicia, la libertad y la ciudadanía y desarrollan acciones que favorecen la participación, la autonomía, la expresión de emociones, la responsabilidad y el valor del consenso. También desarrollan residencias artísticas de un mes en escuelas donde participan artistas, docentes y estudiantes quienes emprenden proyectos para entender su entorno desde una mirada creadora.
En México, hay colectivos y organizaciones de la sociedad civil que trabajan con escuelas y comunidades para que el arte favorezca procesos de cambio. Un ejemplo es el proyecto Ciudad Mural (2009), que con una metodología basada en el arte y el diálogo refuerza procesos de identidad en barrios y colonias fundacionales, como el barrio de Xanenetla, Puebla. El resultado son murales colectivos que cuentan la historia de sus habitantes. El colectivo Tomate, con sede en Puebla, ha emprendido en ocho ciudades del país este proceso de transformación social que, además de fortalecer los lazos comunitarios y tomar acción en las calles, genera alianzas entre artistas y comunidades.
A partir de estas experiencias piensa en actividades artísticas que podrías proponer en tu escuela o plantel: qué creadores invitarías para realizar una “residencia artística”; indaga si hay algún proyecto cultural comunitario para establecer alianzas: alguna banda de música, escultores, artesanos, tejedores, fotógrafos que quieran compartir su experiencia del proceso artístico a tus estudiantes; piensa en actividades artísticas que alegren y se realicen fuera de la escuela, como un tapete colectivo con gises de colores en la plaza pública.
Comenta con algún colega la propuesta que implementarías al regreso a la escuela o plantel y, relata el resultado del diálogo.
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