El vínculo entre escuela y comunidad en los Bachilleratos Interculturales y Telebachilleratos Comunitarios
Abril 2, 2025
La vinculación de los planteles con la comunidad en la educación media superior (EMS) representa un gran desafío, especialmente en contextos rurales y semiurbanos, donde se ubican los Bachilleratos Interculturales (BI) y los Telebachilleratos Comunitarios (TBC). En el caso de los BI, esta vinculación se orienta a promover el bienestar y desarrollo social, cultural y económico de las comunidades, dada su estrecha relación con los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas donde se encuentran (Gallardo et al., 2014; Maldonado, 2010). De manera similar, desde su creación los TBC comparten este propósito a través de la asignatura aun vigente en su plan de estudios de Desarrollo comunitario, en la cual se ha buscado que el trabajo por proyectos favorezca el aprendizaje de los estudiantes y el mejoramiento de la comunidad.
Una indagación realizada por Mejoredu en 2024, arrojó que los docentes de estos planteles escolares enfrentan algunas dificultades para lograr esta vinculación:
Los testimonios anteriores muestran que en estos planteles se reconoce la importancia de la participación de la familia y la comunidad en la educación de los jóvenes. Sin embargo, en ambos casos se señala que esta participación es limitada, pues se percibe que la falta de tiempo de las familias y las características de la comunidad dificultan o restringen la vinculación. Al respecto, estudios como los de Sanders (2001) y Hayes y Chodkiewicz (2006) indican que ciertas concepciones de los docentes pueden obstaculizar esta colaboración, por ejemplo, la visión deficitaria sobre las familias y los habitantes de la localidad, que se traduce en opiniones de descontento hacia ellos relacionados con su bajo nivel de escolarización o supuesta carencia de cultura.
Asimismo, otros docentes consideran que el aprendizaje ocurre exclusivamente dentro del espacio escolar y que el conocimiento valioso se genera únicamente en ese contexto, dejando de lado la relevancia de los saberes comunitarios. Esta percepción, en muchas ocasiones, también es compartida por las propias familias y comunidades (Hayes y Chodkiewicz; 2006; Maldonado; 2010; Briseño; 2018), lo que puede generar una autorrestricción para participar en actividades del plantel. Dicha situación se relaciona además con el énfasis que desde el currículo se ha puesto en que la vinculación se concrete a través de proyectos comunitarios, que, según Weiss (2017, p.34), de acuerdo con una investigación en planteles de TBC, genera que se asuman como “materia escolar abstracta”, sin considerar su sentido comunitario ni las oportunidades, necesidades e intereses de quienes forman parte de los planteles y la comunidad. De manera general Weiss (2017) y Guzmán (2018) mencionan que las dificultades para vincular a la escuela con la comunidad derivan, en gran medida, a la escasa preparación y experiencia de los docentes en acciones que involucren a las familias y comunidad en las actividades del plantel.
Por lo anterior, es necesario replantear esta vinculación desde un enfoque comunitario, el cual se propone pensar en las comunidades en un sentido plural, entendiéndolas como espacios donde si bien coexisten diversos valores y creencias, también pueden aparecer tensiones (Parrilla et al., 2013; Briseño, 2018). Este enfoque busca fortalecer los vínculos entre el plantel y la comunidad, ampliando el papel de la escuela más allá de lo que ocurre en las aulas, para reconocer y recuperar los saberes comunitarios y los valores locales, de manera que, al mismo tiempo que los estudiantes aprenden, apliquen sus saberes en actividades que contribuyan al bienestar de la comunidad (Parrilla et al., 2013). Así, la vinculación entre el plantel y los actores que la integran se concibe como un conjunto de prácticas colaborativas, con el propósito de promover el desarrollo integral de los estudiantes (Nettles, 1991; Sanders, 2001 y 2003) y abordar desafíos comunitarios (Bottrell et al., 2011).
Cuando los jóvenes perciben que su aprendizaje tiene un sentido real, se genera sentido de pertenencia al plantel, así como responsabilidad social. Los proyectos comunitarios se proponen como una vía para ello, aunque también hay otras acciones como:
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Tequios pedagógicos Basados en el origen del significado del tequio en comunidades de Oaxaca, se promueve el trabajo colectivo y la colaboración de diferentes actores de la comunidad en beneficio de la formación integral de los estudiantes, quienes a su vez devuelven a la comunidad aprendizajes y acciones en su beneficio (Anchondo y Gallardo, 2023; Barriga, 2022; Consejo de Transformación Educativa, 2022; Maldonado, 2010). |
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Espacios para promover el diálogo comunitario Se trata de actividades donde estudiantes, docentes e integrantes de la comunidad se reúnen para expresar opiniones, intercambiar perspectivas y tomar decisiones colectivas sobre asuntos de interés común. Un ejemplo de estos espacios son la asamblea, la organización de comisiones o el desarrollo de conferencias y diálogos sobre problemas de la comunidad (Salinas., et al, 2020). |
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Consiste en hacer una cartografía social de la comunidad que se usa para hacer trabajo social y educativo. Se trata de una propuesta educativa que permite reconocer lo que la gente hace (los haceres) y dice (los decires), los conocimientos comunitarios y los valores colectivos que le acompañan (los saberes), lo que hay en el territorio y en sus paisajes bioculturales y sonoros (los haberes) y las problemáticas y los modos en que se enfrentan; ubicando los lugares reconocidos como importantes y sagrados (los centros territoriales); así como en el tejido de memorias individuales y colectivas (Cruz y Gutiérrez, 2022: 149). |
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Talleres de investigación de la realidad Promueven la creación colectiva de conocimiento. Se centran en la exploración de problema relevante a partir de preguntas que se abordan mediante investigación documental y recolección de datos en campo o entrevistas para recuperar información sobre los saberes locales y la generación de distintos espacios de participación estudiantil (Salinas., et al, 2020). |
Transformar la escuela en un espacio vivo y de acción comunitaria facilita la construcción de aprendizajes contextualizados y significativos, ya que implica trascender una educación centrada únicamente en contenidos académicos para incorporar los saberes comunitarios como elemento esencial del aprendizaje. Si como docentes, nos atrevemos a construir puentes con la comunidad e integramos a diversos actores en el proceso educativo, no solo enriqueceremos la formación de nuestros estudiantes, sino que también contribuiremos a la transformación social de nuestras comunidades.
Y ustedes, maestras y maestros ¿cómo fortalecen el vínculo con la comunidad?
¡Participa!
Acércate al área de formación continua de docentes en tu entidad federativa. Solicita información sobre la intervención formativa “Saberes que fortalecen el vínculo con la comunidad”.
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Para saber más
Barriga, I. (2022) Interculturalidad, educación binacional y tequio pedagógico. La experiencia de la Universidad del Pueblo [tesis de doctorado, Universidad Autónoma de Chapingo]. <https://repositorio.chapingo.edu.mx/items/ae1a27a2-aca6-4359-8075-db471dfd70e4>.
Briseño, J. (2018). Cultura escolar comunitaria: prácticas, textos y voces de las Secundarias Comunitarias Indígenas de Oaxaca [Tesis de doctorado, DIE-CINVESTAV]. https://repositorio.cinvestav.mx/handle/cinvestav/2912
Cruz, M. C. y Gutiérrez, C. E. (2022, enero-julio). Cartografía curricular comunitaria: hacia un giro comunitario-territorial en educación. Revista Habitus-Revista do Instituto Goiano de Pré-História e Antropología, Goiânia, Brasil, 20(1): 142-169.
Hayes, D. y Chodkiewicz, A. (2006). School–Community Links: Supporting Learning in the Middle Years. Research Papers in Education, 21(1): 3-18. ttps://doi.org/10.1080/02671520500445409
Maldonado, B. (2010). Comunidad, comunalidad y colonialismo en Oaxaca. La nueva educación comunitaria y su contexto. https://www.cencos22oaxaca.org/wpUniversidad de Leiden. content/uploads/2020/08/Comunidad_comunalidad_y_colonialismo_-_L.pdf
Parrilla, A., Muñoz-Cadavid M. y Sierra S. (2013). Proyectos educativos con vocación comunitaria. Revista de Investigación en Educación, 11(3), pp. 15-31. https://revistas.uvigo.es/index.php/reined/article/view/1965/1876
Salinas, B., Márquez, J. y Huerta, M. (2020). Educación para la vida comunitaria y productiva. Propuesta de una experiencia viva en la Sierra Norte, Puebla. Universidad Iberoamericana Puebla.
Weiss, E. (2017) Estudio exploratorio del Modelo de telebachillerato comunitario y su operación en los estados. Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. https://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2018/12/P1C155.pdf