Existe consenso en que es necesario que la escuela priorice una formación para la vida, lo cual implica considerar la centralidad del estudiantado, su proceso de aprendizaje y las situaciones y problemas que se presentan en los contextos concretos en los que se desenvuelven.
En ese sentido, resulta fundamental que las y los estudiantes desarrollen una forma de pensar sobre su realidad familiar, escolar, comunitaria, nacional y mundial para responder a los retos que les plantea e incidir en su transformación.
Para promover que los estudiantes participen e influyan de forma positiva en el mundo que les rodea, es relevante que las maestras y maestros:
Reconozcan los espacios en los que se desenvuelven en todos sus ámbitos: territorio, historia, organización social, tradiciones y costumbres, economía, entre otras.
Valoren sus saberes, conocimientos e intereses como base de su proceso de aprendizaje.
Consideren aspectos y situaciones relevantes que influyen en su vida, en la escuela y en la comunidad, tales como: higiene, salud, adicciones, tipos de violencia, entre otros.
Propongan proyectos que articulen saberes y conocimientos escolares con la realidad de los estudiantes, que los motiven a comprender, explicar y cuestionar situaciones o problemáticas del contexto local y global.
Identifiquen sus motivaciones y necesidades respecto al trabajo en el aula, a partir de su nivel de involucramiento en las actividades escolares para brindar un acompañamiento pertinente.
Resignifiquen su relación con la comunidad para promover su participación y colaboración en la formación de los estudiantes y en la construcción de una ciudadanía responsable.
Reflexionen colectivamente sobre sus propias prácticas y los argumentos que fundamentan las decisiones que toman en el aula y en la escuela como una forma de avanzar en el fortalecimiento y revalorización de la docencia.
Video
- Martin, X. (2018) [Coord.] Educarse es de valientes. Aprendizaje-servicio con adolescentes en riesgo de exclusión social.
En este libro se comparten alternativas para impulsar el aprendizaje en contextos de alta complejidad generada por la violencia en la comunidad y su impacto en los espacios escolares, ofrece algunas pistas para reconocer el potencial de transformación social, personal y emocional de las experiencias de aprendizaje planteadas por los docentes.
Artículo
- Martínez G., B. (2008). El aprendizaje de la cultura y la cultura de aprender. Convergencia, 15(48), 287-307.
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-14352008000300011
Brinda elementos para reflexionar sobre la importancia de recuperar las situaciones que se presentan en la vida cotidiana en el aprendizaje y propone su construcción a partir de sentidos y significados compartidos en comunidad.