
El entorno escolar y social es central en los nuevos planteamientos curriculares de educación básica y media superior, ya que se concibe como el núcleo de los procesos educativos y el principal elemento articulador de las relaciones pedagógicas, constituyéndose como una valiosa oportunidad para transformar las prácticas de quienes integran el colectivo docente.

La incorporación de los nuevos docentes y directivos en el marco del cambio curricular representa una oportunidad para reflexionar con sus colegas de mayor experiencia en torno a las nociones fundamentales de la identidad y la práctica docente para una atención educativa más pertinente a los estudiantes.

La contribución de los nuevos docentes y directivos a su comunidad escolar puede maximizarse ante una nueva propuesta curricular si se impulsa la reflexión colectiva sobre las prácticas docentes y nuevas relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje que conjuguen novedad y experiencia.

Los cambios recientes en los planes y programas de estudio demandan el despliegue de diversos saberes y conocimientos, así como la creatividad de docentes y directores que recién ingresan a un plantel escolar.
Ser creativo en el proceso de apropiación del nuevo currículo, implica no solo hacer algo sorprendente u original, sino construir estrategias y actividades que den sentido a los cambios para incidir en la mejora de las prácticas docentes y directivas.